En las palabras de bienvenida al tercer día de trabajo de los “Diálogos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos en la Agenda 2030 para hacer realidad la igualdad en México”, a cargo del Magistrado Luis Alfredo Santana Barraza, este expresó que había sido muy satisfactorio para él escuchar, durante los dos primeros días de este importante evento académico, una variedad de participaciones, con un alto nivel científico, que mucho han contribuido en poner el énfasis sobre la centralidad que cada uno de los 17 Objetivos tiene para reducir las desigualdades económicas, sociales y de género.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, destacó, “se trata de un plan de acción transformador y ambicioso que se propuso desde el inicio erradicar la pobreza extrema, el hambre, las desigualdades, la violencia, el abuso en la explotación de nuestros recursos naturales, entre otros objetivos”.
Desafortunadamente, comentó, “la emergencia sanitaria que padecemos en México y en el mundo causada por la COVID-19 ha agudizado la pobreza, la desigualdad, el desempleo, la carencia de seguridad social, la violencia de género provocada por los confinamientos, por solo mencionar algunos de los problemas, poniendo en riesgo los avances que se habían logrado en muchos de los 17 Objetivos e inmovilizando otros que estaban en franco rezago”.
Asimismo, subrayó que el propósito de estas mesas de diálogo era generar una reflexión nacional “para construir entre todos, porque así lo exige el nuevo paradigma de desarrollo, políticas públicas eficaces que contribuyan a alcanzar los objetivos y metas de la Agenda 2030”. Por ello, celebró la realización de este tipo de encuentros como una forma de crear e impulsar ese diálogo plural tan necesario para conseguir lo que nos hemos trazado, a lo que nos hemos comprometido, en materia de desarrollo sostenible.
Destacó, por último, que el Objetivo correspondiente a la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas “es transversal en relación con todos los otros Objetivos de Desarrollo Sostenible, pues el único desarrollo posible, por lo menos es al que aspiramos, es aquel que se sustenta en la inclusión real de quienes constituyen la mitad de la humanidad. “Sin la participación efectiva de las mujeres y niñas, no hay desarrollo que valga la pena.”