Sesión Jurisdiccional
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Boletín 40/2022

La magistrada del Tribunal Electoral del Estado de Sinaloa, Maizola Campos Montoya, llamó a hacer conciencia y visibilizar que muchas mujeres y niñas viven entornos violentos causados por la discriminación y las desigualdades de género a que se enfrentan prácticamente en todos los ámbitos.

El llamado fue expresado al moderar el conversatorio “Contextos de Violencia en la Diversidad de Mujeres”, en el que expresaron sus testimonios Martha Acuña desde la perspectiva de la población indígena, Alaskka Luz Bella Maldonado como mujer transgénero y Elizabeth Montoya Martínez, director de Atención al Adulto Mayor e Integración Social de DIF Sinaloa.

En el evento organizado dentro de los 16 días de activismo contra la violencia de género con el lema “¡Únete!”, en el que estuvieron presentes las magistradas Aída Inzunza Cázares, Carolina Chávez Rangel, la presidenta Verónica Elizabeth García Ontiveros y el magistrado Luis Alfredo Santana, así como el personal que labora en el Tribunal Electoral del Estado de Sinaloa.

La magistrada Campos Montoya expresó que con frecuencia las personas que salen de lo que se consideran un comportamiento “normal” se convierten en objetivo de violencia, pues no se puede ignorar que la violencia basada en el ´genero muchas veces se encuentra asociada con la concepción social de lo que significa ser hombre o mujer, esto con independencia de que pueda ser víctima de otros tipos de violencia por su origen étnico estatus económico y social o cualquier otra condición.

Enfatizó en su mensaje que poner fin a la violencia es una tarea de todos y todas, de ahí la importancia de alzar la voz, y de la importancia de escuchar los testimonios de las mujeres invitadas en el conversatorio, porque que amplificando y replicando las voces se puede generar un cambio para reducir y prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas, así como proteger sus derechos.

Durante su participación Alaskka Luz Bella Maldonado relató las complicaciones que ha tenido que enfrentar por ser mujer transgénero, primero con ella misma, en el entorno familiar, y laboral.

Mencionó que debió enfrentar resistencias para buscar un espacio en un entorno laboral para poder ejercer como psicóloga por ser una mujer trans, a la cual generalmente se le quiere encasillar dedicándose ejerciendo un trabajo dentro de la prostitución o estéticas.

En su testimonio resaltó que gracias a su perseverancia frente a las dificultades se han convertido en fortalezas para buscar sus desarrollo personal y profesional.

Por su parte, la abogada Martha Acuña, quien fue la primera mujer de origen indígena en ocupar un cargo de presidenta un distrito electoral de Sinaloa, lamentó que en ocasiones al verla por su rasgos indígenas se presupone que se tiene menor capacidad profesional.

Expuso que frente a situaciones o agresiones verbales ha sabido desarrollar la paciencia para salir adelante frente a un mundo en donde cada vez más las generaciones jóvenes prefieren ocultar sus origen indígena para evitar ser discriminados.
Desde su punto de vista, son los esposos los más grandes violentadores en los espacios familiares en contra de las mujeres, quienes tienen que enfrentar sus jornadas domésticas al salir de casa a laboral.

Elizabeth Montoya Martínez, quien e es médica anestesióloga y doctora en psicología, expuso que lamentablemente se vive en la cultura del viejismo, en donde los ahora denominados adultos mayores se convierten en invisibles al ser relegados en sus entornos familiares.

Lamentó que muchas personas en edad avanzada prefieren dejare morir a tener la percepción de que son una carga o un estorbo y que nadie los requiere, por lo que demandó poner atención en especie de lento suicidio que se vive en ese sector de la población, tomando en cuenta que los siguientes años se incrementará en México, como en otros países del mundo el porcentaje de población mayor de 60 años.

Consideró que las persona de edad avanzada sufren de discriminación no solo en los adultos mayores, sino también entre la comunidad médica, quienes en no pocas ocasiones, incurren en desatender a estos pacientes por estimar que tienen pocas posibilidades de recuperar la salud.